Estamos hartos de oír que recibimos un sinfín de impactos desde múltiples dispositivos a diario. Sabemos que hemos cambiado nuestros hábitos de consumo de contenidos, así como del uso de la tecnología. Hace escasos años, bastaba con tener en cuenta las cookies de un usuario para impactarle adecuadamente. Ahora, ese factor a tener en cuenta es la punta de un iceberg que no para de crecer de forma invisible. Pero, ¿qué ha cambiado para que todo esto haya sucedido?
Básicamente que el móvil ya no es un dispositivo para llamar, sino una herramienta de comunicación completa. Según Facebook, “En 2016 el tiempo invertido en navegar por internet desde el móvil alcanzó el 51 % a nivel mundial.” Ni los ordenadores ni las tablets son capaces de superar la comodidad e instantaneidad del uso del móvil. Se ha transformado prácticamente en una extensión de nuestra mano, y nuestro cerebro nos “obliga” a usarlo de manera casi inconsciente.
Nuestra manera de consumir ha cambiado, por lo que las antiguas estrategias y supuestos de marketing no sirven, están demodé. Antes el clic era el rey de la fiesta, sin embargo, ahora pocos quieren bailar con él. De poco sirve un clic, cuando el usuario va del ordenador al móvil, del móvil a la tablet, de la tablet al móvil de nuevo, del móvil a la tienda física… Por tanto, en un escenario tan complejo, ¿cómo podemos encontrar a los usuarios en el momento adecuado?
Relevancia vs Omnipotencia.
Ante tantos impactos, en tantos canales y dispositivos, lo importante no es la cantidad sino la calidad. Hoy más que nunca debemos apostar por ser relevantes y útiles en vez de intentar estar en todos los saraos. Debemos ser capaces de desarrollar contenidos realmente interesantes para nuestra audiencia. No les subestimemos, los consumidores están curtidos, son exigentes y no bajan el listón. Por lo que no debemos permitirnos el lujo de ofrecerles contenidos que pasen desapercibidos para ellos. No sólo eso, hay otro factor determinante a la hora de crear contenidos de calidad: la segmentación. ¿Qué sentido tiene invertir recursos en generar temas relevantes si la audiencia a la que tratamos de impactar no es la adecuada? Lo creas o no, podemos ser creativos incluso al crear diferentes segmentos.
Actualmente, tanto redes sociales como plataformas como Amazon ads, te dejan encontrar audiencias mediante criterios que no son características demográficas. Ahora es más importante su histórico de compras, o sus búsquedas, cuáles son sus películas preferidas, o dónde prefiere ir de vacaciones. Si nos centramos en las personas de manera individual, podemos ser capaces de crear verdadero contenido de valor.
Y es en este momento amigos y amigas, cuando proporcionamos valor, cuando se produce la magia. En ese instante parecemos interesantes, aportamos soluciones, nos volvemos útiles.
Nos encontramos en un loco escenario de cambios continuos. Se trata de una etapa de evolución vertiginosa y constante en la que resulta imposible conocer y aprender todas las herramientas y soluciones que van apareciendo. Pero quedémonos con una idea: todo esto no es más que una oportunidad para ser más competitivos, de dar una mejor solución a los consumidores, y principalmente, de destacar.