Todos recordamos el arranque de las rebajas de invierno, el día después de los Reyes Magos, con las noticias de la tele que nos mostraban imágenes de filas interminables a las puertas de los locales y gente pegándose por las prendas rebajadas.
Y este otro insight también lo reconoceréis, cuando hasta hace unos años, los españoles el día 7 de enero madrugábamos para ir a las rebajas, ya fuera para cambiar los regalos o vales recibidos por otros o para lanzarnos en busca de la ganga del año. Comprábamos justo antes del día de reyes y, luego, el día de después, pero hoy ya no, el Black Friday ha desestacionalizado las compras navideñas aunque para ello hayamos tenido que exportar una tradición de Estados Unidos. Porque para qué engañarnos, ya tenemos práctica con Halloween que desde hace unos años, ha venido para quedarse.
El Black Friday o “Viernes Negro” se celebra el cuarto viernes de noviembre, concretamente, un día después del día de Acción de Gracias de los americanos. Tiene su origen en Estados Unidos en 1975, cuando el New york Times acuñó el término aludiendo al caos provocado por los descuentos que los comercios lanzaban una vez celebrado el día de Acción de Gracias.
Sociológicamente, podríamos concluir que nos hace sentirnos especialmente afortunados. El sentimiento de encontrar un chollo es sólo comparable a los cinco minutos de más de por la mañana.
Y como en España nos encantan los descuentos, más que Black Friday, podríamos rebautizarlo como “Black Month” porque nos bombardean con descuentos durante todo noviembre. Además, a este fenómeno se le suma otro: la “liberación de las rebajas”, que desde hace 3 años supone que los comerciantes puedan aplicar descuentos y rebajas cuando quieran.
Lo que está claro es que con el aumento de las compras por internet y el impulso de las productos rebajados, el gasto se distribuye a lo largo de un mes y evita los picos de consumo en 3 días y, a su vez, los colapsos en las tiendas donde antes comprábamos el regalo en el último momento. Ya sabéis, aprovechad el Black Friday, nosotros ya tenemos nuestros regalos preparados y siempre nos quedará la nostálgica imagen de los vigilantes de seguridad que gritaban: pasen, sin empujar y recuerden “dejen salir antes de entrar”.